Realicemos una higiene bucal completa al menos dos veces al día. Recordemos limpiar entre dientes con hilo o cepillos interdentales una vez al día.
Si comemos o bebemos alimentos dulces que sea con las comidas y no entre comidas.
Además de utilizar pastas dentales fluoradas, vayamos al odontólogo y pidamos que nos hagan baños de fluor. ¡A los grandes también!
Tomemos mucha agua, eso nos asegura la protección de la saliva.